Comúnmente cuando hablamos sobre el diseño de la representación visual de una marca hacemos alusiones únicamente al logotipo o logo. Esto suele pasar por desconocimiento ya que dependiendo de las características que presente esa representación gráfica, recibe un nombre u otro y eso es precisamente lo que queremos contar aquí.

Empecemos por las que todos conocemos: el logotipo. Será logotipo cuando sólo se use tipografía, es decir, esa representación gráfica es solo a través de letras y nunca van acompañadas de ningún otro símbolo. Puede ser el nombre completo de la marca, abreviaturas, iniciales, e incluso firmas, etc. Se puede conseguir una fuerte identidad a través de estos logos. Algunos ejemplos: Google, Coca-Cola, Canon, Zara…

Por otro lado, existe el Isotipo siendo lo totalmente opuesto al logotipo pues es la representación gráfica de la marca a través de un símbolo, icono, elemento pictográfico o figura… Los ejemplos mas claros podrían ser Apple, Nike, Android, Twitter, Instagram, etc. No cuenta con nada de tipografía y aun así entiendes perfectamente a qué marca representa esa figura.

Después estaría el Imagotipo. En este caso, las letras o tipografías van acompañadas de un símbolo o elemento pictográfico. Por ejemplo: Amazon, Carrefour, LG, Rolex, Toyota, etc. Una parte de la representación puede leerse y otra no, pero por separado, viendo solo ese icono seguimos sabiendo de que marca se trataría. Una unión equilibrada. ¿Podríamos decir que es la unión entre un logotipo y un isotipo?

Por último, hablamos del Isologo. Representa la figura y la tipografía como un único elemento, integrados entre sí de manera indivisible e inseparable. En este caso por separado no tendrían sentido. Marcas con isologos: Starbucks, Nissan, la Nasa, Dell, Burger King, Chupa chups, etc.

Como habrás podido comprobar, existen muchas diferencias según sus características y nunca está de más conocer todas estas opciones en el diseño. Sea cual sea la tipología escogida para la representación visual de la marca, se puede obtener una identidad corporativa firme y consolidada, que represente de manera fiel la marca en cuestión.

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